Si usted tiene una tarjeta de crédito lo mejor es que la guarde bajo llave y no la utilice, por lo menos, durante los próximos meses. ¿Por qué? Los intereses están por las nubes y sacar dinero prestado le podría salir mucho más costoso de lo que fue en el 2022.
Como la inflación ha estado subiendo mes a mes desde hace casi dos años –cerró el 2022 en 13,12 por ciento-, el Banco de la República también ha estado incrementando sus tasas de interés y entre septiembre de 2021 y diciembre de 2022 pasaron de 1,75 a 12 por ciento.
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Este incremento se ha ido trasladando en un mayor ritmo a la tasa de usura, que es el porcentaje máximo que se puede cobrar en Colombia por un crédito, y quien exceda ese tope incurre en el delito de usura.
Para enero, la Superintendencia Financiera certificó en 43,26 por ciento efectiva anual para la modalidad de crédito de consumo y ordinario, la más alta de los últimos 23 años. Aquí están incluidas las tarjetas de crédito.
En efecto, mientras que la usura ha subido 17,64 puntos porcentuales, la tasa de intervención del mercado del Emisor lo ha hecho en 10,25 puntos porcentuales desde octubre del año pasado.
“Es muy costoso ir a tomar créditos en estos momentos. Los colombianos que se están endeudando van a pagar más tasas de interés en sus líneas de crédito hipotecario, de consumo, de vehículo y tarjetas de crédito, porque las tasas de interés se mueven en la misma dirección, tanto para las personas que pueden obtener rentabilidades como para las que salen a sacar préstamos”, explicó el director de Estudios Económicos de Grupo Alianza, David Cubides.
Vemos que la tasa de usura supera el 40 por ciento y las señales del Banco de la República nos sugieren ser un poco más prudentes con las decisiones de gasto
Estos incrementos en las tasas de interés del mercado se han hecho con un único fin: desincentivar el consumo de las familias y frenar el crecimiento que trae el endeudamiento de los hogares, sobre todo, a través de los préstamos de consumo.
Por ello, la economista de Scotiabank Colpatria Jackeline Piraján también recomienda a los colombianos preferir instrumentos de ahorro o depósitos remunerados (CDT), en lugar de adquirir nuevas deudas. “Vemos que la tasa de usura supera el 40 por ciento y las señales del Banco de la República nos sugieren ser un poco más prudentes con las decisiones de gasto”, agregó la experta.
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Si la actual situación financiera de una persona no permite evitar el uso de la tarjeta de crédito, lo más recomendable es usarla con tasas y plazos que se adapten a la necesidad. Por ejemplo, no pagar el mercado de un mes a seis cuotas.
Si se tienen préstamos, especialmente en tarjeta de crédito o deudas con otras personas, lo mejor es pagarlos antes de comenzar a ahorrar o invertir, aconsejan desde Bancolombia.
También es clave suspender compras innecesarias o que se hacen por impulso. Y tener mucho cuidado con el gasto hormiga, ese que es de bajo monto pero que se da con mucha frecuencia y que al sumarlo sí tiene un impacto significativo en el consumo mensual.
Fuente: www.eltiempo.com
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