El aumento de las tasas de interés y la inflación, ha sido los principales factores que han deteriorado la calidad de la cartera de crédito.
Al analizar las cifras de enero, la cartera bruta crece, pero se desacelera en todas las modalidades.
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El saldo bruto de la cartera de todos los establecimientos de crédito (bancos, corporaciones financieras, compañías de financiamiento y cooperativas financieras) ascendió a $668,5 billones y el indicador de profundización se situó en 45,7% del PIB cuando en diciembre era de 45,8%.
En términos reales la cartera bruta varió anualmente 2,5%, lo que refleja el incremento del saldo intermensual ($1,5 billones); los desembolsos a hogares y empresas por $28,9 billones; el efecto de la inflación pues el crecimiento nominal es superior (16,1%).
También influyeron, aunque en menor importancia los castigos frente a la cartera, sumando a enero $1,5 billones frente a $1 billón en el primer mes de 2022.
Según la Superintendencia Financiera, del total castigado en el mes, el 81% corresponde al portafolio de consumo y el 15% a comercial.
En enero la cartera comercial se desaceleró hasta 2,9% real anual, completando 15 meses consecutivos en terreno positivo.
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El crédito de consumo redujo su dinamismo, aportando el 0,9 puntos porcentuales al crecimiento real de la cartera total (respecto del 2,2 puntos porcentuales del 2022), con un incremento de 3% real anual (16,6% nominal) en enero.
De esta tasa el 95,6% es explicada por libre inversión, que acumula un crecimiento real anual de 9,3%, le siguen en su orden de tarjeta crédito (7,2%), rotativo (5,3%) y vehículo con 2,7%, solamente se contrajo libranza (-4,6%).
Los desembolsos alcanzaron $12 billones frente a $13,9 billones un año atrás).
La cartera de vivienda apenas creció 0,5% real anual, tasa menor a la registrada en igual periodo de 2022 (5,7%).
Para la Superfinanciera, las cifras son consistentes con la corrección del efecto de la inflación, dado que en términos nominales la modalidad de vivienda crece 13,8% anual. Así como con una menor demanda, puesto que los desembolsos en enero alcanzaron $1 billón ($1,7 billones un año atrás), impulsados por el segmento No VIS con $707.500 millones. La financiación VIS, reporta un crecimiento real anual de 7,8% y No VIS de 0,1%.
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El microcrédito completó 23 meses seguidos de crecimiento positivo hasta 1,2% real anual (inferior al promedio de 2022 de 2,6%). Los desembolsos alcanzaron $773.000 millones ($489.900 millones del 2022). El dinamismo en la colocación se explica por entidades de nicho.
El saldo que reporta mora mayor a 30 días continúa creciendo a tasas negativas en términos reales, mientras que consumo completó cinco meses de variaciones anuales positivas.
La cartera vencida alcanzó $26,4 billones, un aumento respecto a los $29,4 billones un año atrás.
La cartera al día fue de 642,1 billones, el 96,1% del saldo total. El indicador de calidad de cartera por mora para el total, es decir, la proporción entre el saldo vencido y bruto se ha mantenido alrededor de 3,9%.
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Fuente: www.portafolio.co
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